miércoles, 8 de agosto de 2012

Acumulación por Desposesión: La Mina de Oro Pueblo Viejo de Barrick y Goldcorp en la República Dominicana

Cotuí. Sánchez Ramírez, República Dominicana.
Abril 2012.
Temas: Minería / Tenencia de Tierra / Impunidad

El proyecto minero Pueblo Viejo de las compañías canadienses Barrick y Goldcorp, cual se estima empezará a producir en julio del 2012, es considerado “la mayor inversión extranjera hecha en República Dominicana (RD), de 3,500 millones de dólares.” (1)

Mientras los sectores financieros del país lo consideran una bendición económica, las poblaciones locales, ambientalistas, y grupos progresistas, se oponen al proyecto industrial debido a los daños sociales que ya ha causado al igual que la posibilidad de desatar un desastre ambiental irreversible en la isla caribeña de Española.


Durante el mes de abril, 2012, MiMundo.org documentó el impacto que Pueblo Viejo ha tenido a nivel local y nacional. Utilizando Google Earth, MiMundo.org preparó este mapa de la región identificando las comunidades afectadas, el área ocupada por el dique de colas El Llagal, al igual que otros puntos de referencia que serán citados durante el fotorreportaje.
Nota: Los puntos cardinales en el mapa se localizan: Norte a Sur de izquierda a derecha, y Oriente a Occidente de arriba abajo.


Pueblo Viejo: De Rosario Mining a Barrick-Goldcorp

“La primera concesión comercial para la explotación de Pueblo Viejo la obtuvo la New York and Honduras Rosario Mining Company en 1972. Le permitía explotar a cielo abierto oro, plata, zinc y cobre de 752 hectáreas cercanas a la ciudad de Cotuí.” La subsidiaria local, Rosario Dominicana S. A. explotó Pueblo Viejo de 1975 a 1999. “Se puede considerar que las operaciones de la Rosario Dominicana fueron desastrosas en términos ambientales, sociales y financieros. Al menos cuatro ríos de la zona se contaminaron con DAM [Drenaje Ácido Minero] y con descargas de las presas de colas, una de las cuales se desbordó en 1979 durante el huracán David, y más de 600 familias fueron desplazadas.” (2)
Foto: El proyecto Pueblo Viejo visto dirección noreste desde el Cerro del Chivo.


“Además, el interés de la empresa por hacer beneficios a corto plazo llevó a una falta de planificación estratégica, centrándose en la extracción de la capa superior de los óxidos, que constituían solo una pequeña parte de las reservas minerales. Cuando los óxidos superiores se agotaron, la compañía se vio sin la tecnología para explotar el resto de los minerales, los sulfuros. Incapaz de hacer la inversión de capital y desfavorecida por el bajo precio de los metales preciosos, la mina cerró permanentemente en 1999, dejando un desastre ambiental cuyo costo de reparación fue estimado entre 100 y 200 millones de dólares en 2001.” (3)
Foto: El tajo a cielo abierto, en su mayoría como lo dejó la Rosario Dominicana. Vista norte desde el Cerro del Chivo.


Sin llevar a cabo ningún tipo de reparación ambiental, la compañía canadiense Placer Dome es otorgada una nueva licencia para explotar Pueblo Viejo en 2003. Tres años más tarde, la minera más grande del mundo, la canadiense Barrick Gold, adquiere a Placer Dome. Durante ese mismo año, en el 2006, la tercera compañía minera en el mundo, y también canadiense, Goldcorp, adquiere el 40 por ciento de Pueblo Viejo. Barrick se mantiene como única operadora del proyecto a través de su subsidiaria local Pueblo Viejo Dominicana Corporation (PVDC). “Al pasar a manos de la Barrick, el proyecto tomó un mayor alcance y de una inversión de 336 millones de dólares prevista por Placer Dome pasó a una aproximada de 3.5 mil millones de dólares.” (4)
Foto: Tanques para el proceso de Carbón en Lixiviación (CIL, en inglés) donde los metales son separados de la roca utilizando cianuro. Vista al oriente desde el Cerro del Chivo.


Natalio Gálvez Santo, 17, de La Cerca, monta su caballo sobre el Cerro del Chivo. Mirando al sur-sureste desde el Cerro del Chivo, el inmenso dique de colas El Llagal se encuentra casi completo bordeado al norte por la carretera número 17.


Acechados: La comunidad de La Cerca
Por generaciones, las comunidades de La Cerca y Las Lagunas han crecido al borde de la carretera número 17 que conecta Maimón y Cotuí. Hoy, las dos comunidades se encuentran sofocadas por el tajo principal de Pueblo Viejo al norte, y por el dique de colas El Llagal al sur.
Foto: Esta imagen es de sur a norte desde el punto denominado Vista 2 en el mapa. La sección oriental de La Cerca se ve claramente debajo del tajo principal y el complejo industrial.


Una opuesta vista de norte a sur, mirando desde el Cerro del Chivo, demuestra aún más la vulnerable posición de la sección oriental de la comunidad de La Cerca debido a su cercanía al dique de colas El Llagal. “Ya en mayo de 2011 decenas de familias de comunidades aledañas y miles de trabajadores de PVDC tuvieron que ser desalojados temporalmente ante el riesgo de colapso de la presa [El Llagal] debido a la cantidad récord de lluvias que registró el lugar. En ese caso el riesgo era que el agua de la presa barriera poblados y sembradíos, pero una vez la presa se llene con los relaves y efluentes de la mina, serían sustancias tóxicas las que estarían en riesgo de desbordarse.” (5)


Los comunitarios de La Cerca temen seriamente perder sus territorios, ya sea por un accidente industrial o por el acecho territorial que ejerce la mina de Pueblo Viejo contra las comunidades colindantes con el proyecto.


Las comunidades locales, con casi 30 años de experiencias negativas y conflictivas en cuanto a los procesos extractivos debido al caso de la Rosario Dominicana, están muy conscientes de que esta nueva reactivación megaminera no les resolverá sus necesidades primordiales. “Después de 24 años de operación minera, 5.5 millones de onzas (Moz) de oro y 24.4 Moz de plata producida, la pobreza y el desempleo siguen siendo altos en las comunidades de los alrededores, muchas de las cuales carecen de agua potable, energía eléctrica y sistemas de alcantarillado, y tienen bajos niveles de alfabetización.” (6)
Foto: Niño en el sector oriental de La Cerca.


Rosamaría Belén, residente de la sección oriental de La Cerca, carga una cubeta con agua llenada en un pozo comunitario.

Residente del sector oriental de La Cerca recoge ropa seca de un techo de lámina.

Vista desde un techo de la sección oriental de La Cerca y con el dique de colas El Llagal al fondo.

A pesar de las constantes explosiones, excavaciones y maquinaria en uso, los residentes de La Cerca se niegan a vender sus territorios.

Juliana Guzman, referente comunitario en La Cerca, declara: “Mi familia ya fue desalojada una vez [durante la época de la Rosario Dominicana], cuando yo era más joven. Aquella comunidad ya ni existe. Soy demasiado grande para volver a mudarme. Esta es mi tierra, y aquí me quedaré.”

Antia Ferrera Lasala, de La Cerca, limpia arroz, el grano básico del país.

Las familias de Cotuí dependen principalmente de la producción de cacao. Históricamente, los árboles de las comunidades aledañas a Pueblo Viejo han sido altamente fértiles ya que producen mazorcas de cacao todo el año.

Juan Toribio (izquierda) y Ludovino Fernández, residentes de La Cerca y miembros de la Asociación de Productores de Cacao del Departamento de Sánchez Ramírez en Cotuí, reclaman que la producción de cacao ha disminuido continuamente en los últimos años por contaminación de la mina.

Ludovino Fernández levanta mazorcas de cacao podridas. Comunitarios de La Cerca aseguran que la cosecha de cacao se ha reducido constantemente en los últimos años debido a la contaminación causada por excesos de polvo que crea el proyecto Pueblo Viejo situado al otro lado del cerro.

Como suele ocurrir en comunidades colindantes a proyectos industriales mineros en todo el mundo, las constantes detonaciones, perforaciones de túneles, e incesante tráfico pesado, causan fisuras y rajaduras en las estructuras comunitarias.

Una severa rajada divide el muro central de la pequeña casa de Tomasina Dislagómez en la sección occidental de La Cerca.

La sede de la Asociación de Productores de Cacao de la Provincia Sánchez Ramírez, Cotuí, ha sufrido serios daños.


Conflictos Intra-comunitarios: Aldea Las Lagunas
Al igual que La Cerca, la comunidad de Las Lagunas se encuentra en las orillas de la carretera 17, sitiada por el complejo principal de Pueblo Viejo al norte y el dique de colas El Llagal al sur. El nombre de la comunidad, que se dividió de La Cerca hace unas décadas, proviene de su proximidad a los antiguos diques de colas, o lagunas tóxicas, que dejó Rosario Dominicana.
Foto: Antiguos diques de colas de la Rosario Dominicana. Vista al Oriente desde el Cerro del Chivo.


Gonzalo Yepes Martínez, de Las Lagunas, y miembro de la Asociación de Productores de Cacao, se opone al proyecto minero ya que teme por la salud de su familia y el bienestar económico y general de la región. Según Yepes Martínez, la docena de familias que viven en la comunidad de Las Lagunas son todos familiares. Sin embargo, se han creado serios conflictos comunitarios, y por ende familiares, ya que algunos trabajan para PVDC o se benefician mínimamente por comedores que han establecido para los trabajadores de la mina. Debido a las dificultades, Yepes Martínez se ha trasladado a vivir en Cotuí.

Una comunitaria de Las Lagunas cuelga ropa a orillas de la carretera. La construcción de El Llagal se lleva a cabo tan solo a unos 200 metros por detrás de las casas. Muchas estructuras en Las Lagunas han sido dañadas, pero acceso a fotografiar es restringido.


Mentiras y Conflictos de Tierra: La Comunidad de El Nuevo Llagal
La construcción del dique del colas El Llagal requirió el reasentamiento de cientos de familias que habitaban las antiguas comunidades de El Llagal, Fátima y Los Cacaos. La nueva comunidad, una urbanización llamada El Nuevo Llagal, fue creada a 9 km de distancia en las afueras de la ciudad de Maimón.

José Agustín Gálvez, Presidente del Comité de Vecinos del Nuevo Llagal, declara: “Hemos tenido serios problemas con la Barrick desde que nos desalojaron en el 2008 de nuestras comunidades. Nos prometieron trabajos y tierra, incluso terrenos con árboles de cacao, ¡pero no han cumplido nada! Aquí parece más bonito, pero la realidad es que ahora no tenemos empleo ni tierra que trabajar. Estamos desesperados. ¿Que podemos hacer para sobrevivir?”

Comunitarios del Nuevo Llagal también se encuentran sumamente disgustados ya que se vieron forzados a vender tus tareas (medida equivalente a 628.86 metros cuadrados) al gobierno dominicano por RD $8,600 (o US $200). Mientras este último le vendió los mismos terrenos a la Barrick por US $28,000. (7)


Genaro Aquino Correa, alcalde del Nuevo Llagal, comenta: “Nuestra lucha es clara: queremos que la compañía cumpla con sus promesas. Queremos que nos pague lo que nos debe y que nos de tierra igual de buena que la que teníamos. Esa fue su promesa.”

Por medio de marchas y denuncias, la comunidad de El Nuevo Llagal ha sido la que más ha levantado la voz contra Barrick, Goldcorp y PVDC. Debido a su resistencia, la comunidad ha sido blanco de represión. Desde fines de abril, 2012, una brigada militar altamente armada ha ocupado el centro comunitario del Nuevo Llagal, lo que se analiza como una clara intimidación que además limita que los comunitarios se reúnan. (8)


Impacto Regional y Nacional de Pueblo Viejo
Quince kilómetros al norte de la mina, cerca del parque central de la ciudad de Cotuí, un graffiti firmado por el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), lee: “No Barrick.”

Un claro argumento a nivel nacional contra el proyecto Pueblo Viejo se basa en su proximidad a la colosal presa de Hatillo. Con un área de 22 km cuadrados, la presa es una de las más importantes fuentes de agua dulce para el país. La presa es vital en la irrigación de los extensos arrozales del Valle del Cibao, grano básico de consumo en el país, al igual que otros cultivos de consumo nacional y de exportación.

El impresionante Río Yuna alimenta la Presa de Hatillo entre las ciudades de Maimón y Cotuí. Considerado el río más caudaloso de la isla, el Yuna mide 120 km de largo y sale nuevamente de la presa de Hatillo hacia el fértil Valle del Cibao Oriental. Un accidente industrial o derrame en el dique de colas El Llagal, contaminaría rápidamente el Yuna, causando un desastre ambiental en gran parte del país imposible de controlar. (9)

“La compañía asegura que se rige por los más altos estándares de seguridad, pero experiencias pasadas muestran que los fallos en presas de colas ocurren en países con mayor tradición de organización, disciplina y monitoreo que República Dominicana, y en compañías mineras que también aseguran seguir las mejores prácticas. Más aún, al menos un ingeniero dominicano ha dado declaraciones públicas de que la presa de El Llagal tiene graves fallas técnicas.” (10)
Foto: Panorama del dique de colas El Llagal desde Vista 2. 


Vendedores de fruta en Cotuí compran piñas provenientes de las comunidades vecinas del proyecto Pueblo Viejo.

Domingo Abreu, director de la Asamblea Nacional Ambiental (ANA), da una charla en una escuela de Cotuí sobre los riesgos de la industria minera a cielo abierto. La diapositiva declara: “No al Cianuro, No al Suicidio.” A pesar de vivir en Santo Domingo, Abreu y colaboradores del ANA proveen charlas constantemente en todo el país sobre los impactos de la minería.

El conocido empresario Ignacio Joga llevó una campaña Presidencial para los comicios de mayo 2012 bajo una consigna anti-minera: “El Pueblo Demanda: Fuera Barrick Gold!” A pesar de que su postulación para Presidente con el Partido de los Dominicanos (PDD) fracasó, la plataforma anti-minera demuestra que el tema es uno que atrae atención a nivel nacional.

Otro graffiti en Cotuí lee: “No Barrick Gold!”


Desposesión, Acumulación, y Resistencia
“Al centro de las actividades de la industria minera está la desposesión. Al igual que otras industrias en el sector de los recursos naturales, las inversiones mineras en la mayoría de los casos simplemente no pueden proceder sin que una comunidad – a menudo indígena – sea despojada de su tierra, sus recursos naturales y su forma de vida.” (11)
Foto: Pedro Ignacio Guzman, vecino de La Cerca, mira el dique de colas El Llagal desde Vista 2.

“La minería de oro en particular suele tener mayor impacto ambiental que cualquier otro tipo de minería, y las compañías mineras de oro cargan con una penosa trayectoria de contaminación y destrucción de reservas naturales en sus operaciones alrededor del mundo.” (12)
Foto: Odalisi Toribio, 19, de La Cerca, con su bebé Marisol de 3 meses.


“Ya que solo un 11 por ciento del oro [a nivel mundial] se usa con fines industriales, el resto siento utilizado para joyería o inversiones, la minería de oro puede considerarse como una actividad innecesaria.” (13)
Foto: Apolinar Guzman (izquierda), productor de cacao de La Cerca, desayuna en casa de su cuñada Mercedes Suárez Gálvez.


“Alrededor de 100 millones de personas han sido expulsadas de sus tierras en los últimos cien años debido a proyectos mineros, a menudo recibiendo compensaciones mínimas o siendo sujetos de violencia.” (14)
Foto: Flora Ovalle, residente en la sección oriental de La Cerca, recoge ropa frente a su casa.


“’Hacia un mejor equilibrio’, el reporte final de la Revisión de Industrias Extractivas (una evaluación independiente llevada a cabo por el Banco Mundial en 2001) reconoció que, contrario a los argumentos del Banco Mundial, con frecuencia la inversión en el sector minero ha constituido una mayor amenaza para los pobres y el medio ambiente, y ha estado asociada a violaciones de derechos humanos y conflictos civiles.” (15)
Foto: Marcelino Gálvez Suárez, 17, se para frente a su casa en La Cerca.


“El presente proyecto minero de Pueblo Viejo responde a las necesidades del capitalismo transnacional, encarnado en las corporaciones multinacionales, y puede ser entendido como un ejemplo de la permanente acumulación por desposesión, según lo entiende David Harvey, que caracteriza el desarrollo capitalista.” (16)
Foto: Casa en la sección oriental de La Cerca adornada con una bandera de la República Dominicana y parte del Llagal al fondo.


“Solo la lucha de las masas de pobres, trabajadores y pueblos indígenas de América Latina detendrán las prácticas predatorias de las compañías mineras canadienses.” (34)
Foto: Pedro Ignacio Guzman (al centro con camisa roja) coordina la construcción de una nueva casa en la sección oriental de La Cerca. A pesar del evidente acecho territorial por la compañía canadiense, los residentes de La Cerca continúan resistiendo el despojo al continuar con sus vidas diarias, incluyendo la construcción de nuevas casas. “Esta es nuestra tierra, y aquí nos quedaremos” dice Guzman.


Juan Toribio Marte, 49, de La Cerca, ayuda trenzar el cabello de su hija Maribel. Toribio Marte trabajó para la sección de Renovación Ambiental de PVDC del 2005 al 2011. “Después de trabajar varios años en la mina,” declara Toribio Marte, “vi que vale más luchar por la comunidad que darles servicio a ellos que son extranjeros. No quiero que nada le pase a mi familia ni a los vecinos, que no sufran enfermedades. Es un gran peligro lo que hacen ellos allá arriba.”

Ludovino Fernández, de La Cerca, declara: “Un hombre hambriento, desesperado, es una fiera. Aquí, la gente se va a levantar.”


Este fotorreportaje fue realizado con el apoyo de Mining Watch Canada, Protest Barrick, y Derechos en Acción (Rights Action).

El colectivo Salva Tierra, la Asamblea Nacional Ambiental (ANA), y varios estudiantes de la UASD en Cotuí, colaboraron con importante información y apoyo logístico en el país.


English version click here.

1 Rodríguez Grullón, Virginia Antares. Tras el Oro de Pueblo Viejo: Del Colonialismo al Neoliberalismo. Un análisis crítico del mayor proyecto minero dominicano. Academia de Ciencias de República Dominicana, 2012. P. 15.
2 Ibid. P. 27.
3 Ibid. Pp. 27-8.
4 Ibid. P. 28.
5 Ibid. P. 38.
6 Ibid. P. 27.
7 Díaz, Wellington. “Campesinos de Cotuí vuelven a reclamar pago tierras donde funciona Barrick.” Hoy. Diciembre 6, 2011.
http://www.hoy.com.do/el-pais/2011/12/6/404778/Campesinos-de-Cotui-vuelven-a-reclamar-pago-tierras-donde-funciona-Barrick
8 http://www.accionverde.com/2012/04/24/militares-ocupan-local-comunal-en-el-nuevo-llagal/http://www.accionverde.com/2012/04/24/militares-ocupan-local-comunal-en-el-nuevo-llagal/
9 Op. Cit. Rodríguez Grullón. P. 10.
10 Ibid. Pp. 37-8.
11 Gordon, Todd, & Webber, Jeffrey. “Imperialism and Resistance: Canadian mining companies in Latin America”. Third World Quarterly. Vol 29. 2008. Pp. 67-8.
12 Op. Cit. Rodríguez Grullón. P. 15.
13 Ibid. P. 16.
14 Madeley, John. Big Business, Poor Peoples: The Impact of Transnational Corporations on the World's Poor. Zed Books; Londres. 1999.
15 Op. Cit. Rodríguez Grullón. P. 21.
16 Ibid. P. 16.
17 Op. Cit. Gordon & Webber. P. 64.

1 comentario:

I. Sánchez dijo...

¡Excelente reportaje! Muestra la realidad del otro lado de la moneda. ¡Felicitaciones para los realizadores! Saludos desde Santo Domingo, República Dominicana.